Se acercan las pruebas de acceso a los Centros de Enseñanza Superior de Música y algunos de los aspirantes quieren conocer a sus futuros profes, amén de la actividad musical en cursos y las puertas abiertas de cada centro. Con la idea de acercar un poco la visión musical de cada un@, la manera de trabajar de los distintos centros y algún que otro detalle que permita perfilar más a la persona detrás de la flauta, nace esta breve serie de entrevistas.
En esta segunda entrega entrevistamos al Catedrático de Flauta Travesera del Conservatorio Superior de Música «Manuel Castillo» de Sevilla, Francisco Javier López Rodríguez.
¿Cómo es para ti un día perfecto de estudio? [Un día con tiempo, ganas, mucho material a tu disposición, etc.]
Precisamente esas condiciones son las que favorecen el que se produzca un día perfecto para estudiar. Me gusta comenzar bien temprano a trabajar porque el cuerpo está descansado, la concentración es mucho mayor y se puede mantener por más tiempo, lo que implica no ir a dormir la noche anterior demasiado tarde. Lo que no excluye alguna noche de celebración moderada.
Cuando no dispones de ese tiempo, ¿cómo planteas un “estudio exprés”? ¿Qué ejercicios o textos te resultan imprescindibles?
La gran mayoría de los profesionales que he tenido la suerte de conocer y de compartir en muchos casos su amistad, conceden al trabajo de la embocadura un primer lugar. Se cuenta de Paul Taffanel que cuando iba a sus clases, por la mañana, y tocaba algunas notas de contacto con la flauta, si le gustaba el sonido decía: “hoy me gusta cómo suena, por tanto, no necesito estudiar”. No me creo en absoluto esa afirmación, pero es revelador que se cite al sonido como indicador de buena forma y tan necesario para contentar a nuestra conciencia por estar realizando periódicamente un buen trabajo con el instrumento.
Entrada del Conservatorio Superior de Música ‘Manuel Castillo’ (Sevilla)
¿Qué materiales te equilibran mentalmente o te ayudan a enfocarte técnicamente?
No he observado que un género concreto de materiales me cause preferencia siempre en relación con la pregunta. Unas veces hacer trabajos de mecanismo ayudan a concentrarse, y otras, practicar aspectos de la acústica de la flauta, desde una simple nota larga sin vibrato a una sucesión de sonidos parciales, preparan físicamente, especialmente por lo que afecta a la respiración y los músculos que actúan sobre la embocadura, para abordar con mayor seguridad algún material que se esté trabajando.
¿Qué tres libros te parecen fundamentales para todos los flautistas?
El tratado de Quantz; The development of the modern flute, de Nancy Toff e Historias de la Flauta, de Antonio Arias. Lástima que sólo me dejas decir tres.
Un día en el que estás más disperso o inapetente ¿qué te revitaliza?
Si me es posible, prefiero no entrar en un bucle una y otra vez, lo que me lleva a dispersarme aún más. Sencillamente es mejor parar y hacer otra actividad con la flauta –ya que se supone que ese tiempo se le está dedicando-, que siempre viene bien, tal como leer algún artículo relacionado con lo que se esté trabajando, algún capítulo de un libro que hayamos adquirido recientemente, o poner ese disco que teníamos aparcado esperando una oportunidad para escuchar. Al rato de hacer esto, suele reaparecer un deseo de continuar con la flauta y tocar.
¿Tienes alguna obra que hace que te emociones especialmente? ¿Y alguna que te incomode más abordar?
Siempre hay obras que en un momento de la vida te causan mayor interés y también más emoción que otras. Posiblemente esto se deba a que la vas entendiendo más, bien técnicamente o en relación a su expresión y contexto musical. Existe un tipo de música que permanece siempre, para mí, la música de J. S. Bach es una caja de sorpresas pues desde que era un estudiante primerizo hasta la actualidad, no ha dejado de producirme interés en sus diversas dimensiones y ello induce como corresponde a una obra musical de este calibre, a percibirla con un enorme entusiasmo.
Pasillo del patio interior del Conservatorio
Por el contrario, aquellas piezas que no llegas a entender muy bien, que no conoces demasiado su contexto, o que te plantee una dificultad excesiva, más que incomodar se convierten en una pesadilla si has de tocarla.
Ahora bien, para un músico profesional, esto último no debe ser un inconveniente para trabajarla y sacarla adelante. Generalmente las obras más modernas, de las que no dispones demasiada información para su ejecución, pudieran ser más molestas que otras, digamos “clásicas”.
¿Has podido trabajar directamente con algún compositor/a? ¿Qué recomendarías de esa experiencia? ¿En vuestro centro existe la posibilidad de que los propios alumnos puedan estrenar obras?
Afirmativo, y es una actividad que, al menos durante la etapa de formación desarrolla la iniciativa personal, aunque paradójicamente pueda parecer que el flautista está al servicio del creador. En numerosos casos, el compositor delega en el instrumentista la ejecución de determinados pasajes, y en otros sugiere ciertos experimentos que de no ser por este motivo el flautista no abordaría.
En el conservatorio Superior de Música de Sevilla, sí existe esta posibilidad y los departamentos afectados organizan estas actividades.
Si tuvieras que hacer la descripción del alumnado que te gustaría encontrarte en tu clase y con el que te gustaría trabajar ¿qué dirías que es lo más importante que debe tener?
Como es natural y sería falaz decir otra cosa, se prefiere siempre un tipo de alumnado razonablemente bien preparado, pero ahora matizo, no sólo lo prefiero técnica y mecánicamente avanzado, sino también con un grado alto de madurez musical y de formación general, especialmente vinculada al instrumento; historia, bibliografía específica y discografía.
Orquesta Barroca CSM Manuel Castillo – Jornada de Puertas Abiertas 2015
Bien es cierto que los modelos, son sólo eso, modelos. El alumnado que accede a nuestros conservatorios no suele tener este perfil, y ahí es donde nuestro trabajo como docentes adquiere su sentido, no sólo impartiendo y transmitiendo conocimientos, sino también actitudes, percepción realista del entorno donde va a trabajar el alumnado, generar su satisfacción por el trabajo bien hecho y por la responsabilidad adquirida, promover ilusión por lo que se hace a diario, no como un fin en sí mismo sino como parte de un segmento del futuro. Tres cualidades más que añadir a este alumnado se miden en el ámbito de una considerable paciencia, confianza en sí mismo y disciplina.
¿Has tenido algún problema técnico o musical a lo largo de tu carrera que te haya tocado trabajar con especial atención? ¿Podrías contarnos qué y cómo lo solucionaste?
En mi opinión, no considero problemas a las dificultades que aparecen a lo largo de una vida, primero formándonos y luego como profesionales. Un problema es tener una avería mecánica de importancia en la flauta y encontrarse a más de tres horas de un taller de reparación cuando has de salir a tocar en breve.
Las dificultades que cada persona experimenta ante una misma partitura son tantas como individuos la abordan. Soy de la opinión que, con las herramientas adecuadas, el buen uso de las mismas y la actitud sicológica apropiada al caso, se pueden resolver aquellos obstáculos que inevitablemente nos encontraremos todos los días.
Al alumnado que desea acceder al centro en el que das clase, cómo le resumirías la formación que va a recibir en clase de flauta. ¿Qué tipo de repertorio e instrumentos va a tener que trabajar y con qué formaciones?
Fotografía de uno de los conciertos del alumnado en el patio del CSM Manuel-Castillo – curso 2012-13
No voy a descubrir nada nuevo, ni hacer demagogia del caso. El alumnado obtendrá siempre lo mejor que pueda ofrecerle y desde luego, aquellos métodos de “la letra con sangre entra” siempre los tuve desterrados.
Hoy día, por determinados docentes, se utiliza infortunadamente este sistema, aplicado de un modo más sofisticado que en la antigüedad, no físicamente sino más bien de un modo sicológico.
El alumnado que no tiene el coraje de aprender por sí y por su propia disciplina, que no espere un trato más propio de un cuartel que de un centro de educación musical y artístico.
¿Qué cambiarías del mundo de la flauta si pudieras?
Es utópico, pero especialmente, la mediocridad cuando se eleva a categoría de excelencia. De forma decidida cambiaría la soberbia por la modestia, la intolerancia por la comprensión, la vanidad por la naturalidad; ah!, pero estamos hablando de la flauta, por un momento pensé en el mundo que nos rodea.
Me gustaría terminar esta entrevista con un test rápido de preguntas cortas:
– 3 partituras fetiche
Siento no poder responder porque no las tengo.
– Tu primera compra musical
No recuerdo muy bien, pero creo que fue una armónica con cambio.
– 3 novedades musicales imprescindibles
La traducción al español del tratado de Quantz me parece una opción fundamental para todos los flautistas. El libro Historias de la Flauta de Antonio Arias y la colección discográfica de los hermanos Doppler, promovida por Claudi Arimany.
– 3 personajes flautísticos inolvidables
Entiendo que quieres decir flautistas (porque “flautístico” es un término inventado y realmente no expresa siempre aquello a lo que va asociado. Infortunadamente hoy se utiliza hasta la saciedad). Rotundamente tengo que citar en primer lugar a Johann Joachim Quantz, seguido de Theobald Böhm y cierro con Jean Pierre Rampal. Citar sólo a tres resulta ser una injusticia.
– Una experiencia musical que te dejó huella y marcó tu camino
Una inmensa gira de más de ocho meses como músico de orquesta, que tuve la suerte de vivir por medio mundo: Europa, Norteamérica y Suramérica, trabajando con grandes artistas como Plácido Domingo, José Carreras y Montserrat Caballé. Esto me dio la oportunidad de conocer desde el foso, no sólo decenas de teatros emblemáticos y otro multiusos, como Covent Garden, Madison Square Garden, Odeon, Colón, etc., sino otras sociedades y músicos, en un momento en el que la globalización no existía, y compartir incluso mesa con músicos de la talla de Zubin Metha, además de llegar a actuar en la Cuba de Castro cuando aún existía la URSS. Hace tanto de esto y yo era muy joven.
– Algo que agradecer
Algo, es muy poco, me siento afortunado de agradecer mucho a muchos. La vida es un toma y daca de ofrecer regalos y recibirlos. Si agradezco es porque antes he recibido y ello es muy gratificante para mi relación con aquéllas personas que rodean mi vida.
Una pregunta que te hubiera gustado que te hiciera (que transmitiré a la próxima persona entrevistada) y que también pueda responder quien lea este blog.
Afortunadamente en esta ocasión no hago la entrevista, solo la respondo.
Y te transmito la pregunta del anterior entrevistado, Roberto Casado, que te ha hecho sin saber a quién se la hacía:
¿Por qué crees que debemos seguir fomentando la flauta, alentando a los alumnos para que sean los mejores profesionales cuando sean nuestros sucesores en el futuro? En definitiva, ¿por qué seguir adelante con el mundo de la flauta?Buena pregunta [risas]. Creo que hay algo de romanticismo en ello.
La vocación que tenemos por la música y la flauta, nos obliga a transmitir todo lo mejor que a nuestro entender pueda aportar a la sociedad y casi más por impulso que por consciencia.
La parte más técnica se relaciona con la profesionalidad y en mi opinión, somos depositarios de una tradición que se nos ha entregado a través de nuestros maestros, y por ello es ineludible que aumentemos y fomentemos el conocimiento, la disciplina y la sensibilidad de los futuros artistas para que entreguemos a las siguientes generaciones ciento por uno.
Hoy en día y en lo sucesivo, la digitalización de nuestro mundo causa y seguirá haciéndolo, cambios drásticos en la concepción de nuestra profesión.El aspecto económico hará que las ofertas profesionales para nosotros vayan menguando paulatinamente y ello hará poner en serio riesgo el futuro de la música tal y como la entendemos en la actualidad. Lo que se ofrece es lo que la sociedad demanda, por ello hemos de potenciar y formar no sólo a los individuos con talento o músicos profesionales, sino también y desde la base de los aprendizajes, extender una corriente muy amplia de aficionados por la música y la flauta, suficientes como para crear una necesidad de profesionales que atiendan estas preferencias. La política juega un papel determinante en esto. Más que nunca un músico no debe sentirse al margen de estas cuestiones, costumbre que ha sido muy habitual en otras épocas, y debe implicarse como cualquier ciudadano en las políticas que le afectan.
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Si queréis conocer más en profundidad su actividad pedagógica y musical aquí tenéis un breve currículum de su trayectoria profesional.
Catedrático de flauta del Conservatorio Superior de Música «Manuel Castillo» de Sevilla. Compositor y autor de numerosos artículos y publicaciones sobre pedagogía e historia de la flauta travesera.
Ha participado con diversas aportaciones en el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, editado por la Sociedad General de Autores y Editores de España y elDiccionario Biográfico Español, editado por la Real Academia de la Historia, recientemente abierto a consultas libres online.
Ha colaborado con diferentes agrupaciones españolas e internacionales como la Orquesta lírica de Madrid y la Orquesta del Teatro Alla Scala de Milán. Ha realizado giras por Europa, Norteamérica y Suramérica, acompañando a Plácido Domingo y Montserrat Caballé y ha actuado en diferentes festivales internacionales representando a España (Festival Printemps Musical des Alizés e internacional de Edimburgo). Es intérprete en diversas grabaciones sobre obras inéditas del repertorio para flauta: J.B. Krumpholtz (s.XVIII), José María de Carmen Ribas y Joaquín Valverde (s.XIX).
Editor la revista Flauta y Música. Habitualmente imparte cursos internacionales en Suramérica, clases magistrales y conferencias-conciertos.
Ha sido distinguido en 2014 por la Asamblea Legislativa de El Salvador por colaborar en el desarrollo de la educación y cultura musical de dicho país.
http://www.flautaandalucia.org/Personal/paginicio/welcome.htm
También os dejo los enlaces a sus discos con obras propias: