Después de un tiempo de respiro en las distintas redes sociales, vuelvo a tener ilusión de retomar este formato que tenía algo abandonado.
En esta entrada, al igual que en la anterior y en las próximas, pretendo compartir algunas de las reflexiones, ideas y materiales que salen a la luz cuando empiezo o acabo un nuevo curso.
Este pasado junio, bajo el hastag #despidiendoelcurso en distintas redes sociales os conté algunos de los proyectos que se habían quedado en el tintero y las razones de porqué no se pudieron llevar a cabo.
Aquí os quiero mencionar dos de ellos: la música de nuestros mayores y el restaurante musical.
Proyectos sociales – la música de nuestros mayores
En el curso 2019-2020, creamos una propuesta para la residencia de mayores de nuestra zona. La idea consistía en recuperar música que fuera significativa para sus integrantes.
Esto surgió hablando con mi alumnado sobre los cambios de los gustos musicales entre su adolescencia y la mía: cómo el reguetón está consolidado y apenas conocían nada del rock que me gustaba a mí y esas cosas que decimos la gente adulta a veces…
Reflexionando, me di cuenta de que a mí podrían hablarme en el mismo sentido y empecé a pensar en qué conocía de la música de antaño. Así que, como queríamos hacer varios proyectos de carácter social, enfocamos uno de estos al trabajo con estas personas.
¿Cómo lo ideamos?
La colaboración con Leticia, musicoterapeuta del centro, fue estupenda y nos ayudó a llegar cada participante que quiso compartir sus emotivos recuerdos musicales. Realizamos un cuestionario con estas preguntas:
1️⃣ Canción o pieza musical que le emociona o le trae recuerdos.
2️⃣ ¿En qué época de su vida recuerda escucharla? ¿Qué estaba haciendo y qué edad tenía?
3️⃣ ¿Por qué razón le trae recuerdos?
4️⃣ Tipo de música, grupo musical o estilo que recomendarías a los jóvenes de hoy.
Tras recibir las respuestas, el alumnado de flauta se iba a encargar de hacer los arreglos y buscar instrumentista. Posteriormente íbamos a hacer un concierto allí en el tercer trimestre del curso pasado.
Y entonces estalló 🦠 toda la situación que estamos viviendo y el proyecto se quedó aparcado.
Podríamos haberlo retomado en formato online grabando 🎥 en vídeo la música, pero una de las cuestiones más importantes era el contacto humano entre las distintas generaciones y eso en estos momentos no era viable.
👉🏾Descubrir música desconocida/distinta a la que escuchamos, ser conscientes de la historia de las personas que la han disfrutado y regalarles música significativa fueron los motores de la idea que en algún momento terminaremos.
Seguro que habéis hecho proyectos parecidos. ¿Nos los compartimos? ☺️
🫕🥗 El Restaurante musical 🍲🍜
Llevo mucho tiempo queriendo hablar de uno de mis temas favoritos: el descubrimiento y la adquisición de partituras. Así que voy a aprovechar algunos de los post de #despidiendoelcurso para hablaros de mis libros, métodos u obras favoritas así como cómo las he ido utilizando en los distintos niveles.
Ya sabéis por algunas publicaciones del blog #cuandopitosflautas, que cuando voy de visita a una ciudad que no conozco, uno de los días del viaje lo dedico a compras musicales. Me encanta la sensación de búsqueda de un tesoro entre las estanterías de las tiendas y cuando gente talentosa como @beynon.emily (visitad la ultima serie que ha publicado en su canal de YouTube que es maravillosa) o @bricoflauta entre otros, comparten sus apreciaciones sobre distintos materiales, son unos de los post que más me gustan leer.
Este curso hemos vuelto a trabajar con uno de mis libros favoritos ever: Cartes Postales de Jean-François Verdier (con minus one). Lo adquirí en mi estancia en París en 2013 y lo he usado de distintas formas en todos los niveles del grado elemental y profesional:
En el concierto del sonido 🔊, como estudios 📚, como obras para trabajar el análisis y la memoria, piezas para mejorar los cambios de color 🎨, como primera vista, afinación, etc.
¿En qué consiste la actividad?
Esta idea surgió gracias a una alumna súper creativa de 3º de enseñanzas básicas. Ella quería hacer un restaurante musical en el que las flautistas fuéramos chefs y camareras musicales. Previamente se elabora el menú con todas las piezas (cartas postales) y cada flautista/camarera tendría que repartir su propia carta (las obras que se sabe). En el momento del concierto-degustación, el público puede elegir cómo aliñarlas: quiero una danza húngara con un poco de melancolía, dos de Buenos Aires cansados y dos Broadway alegres y picantes.
En este curso de conciertos sin público no ha sido posible plantearlo.
🥲 Otra tarea más para un próximo curso.
Trabajo con compositoras: Adriana Figueroa Mañas
Desde que las gafas moradas llegaron a mi vida, siempre tocamos obras de compositoras en el repertorio habitual del alumnado en los distintos cursos.
📝 Este año contacté con las compositora @adrianafigueroamanas para hacerme con parte de su catálogo. De forma muy amable y cercana me comentó las obras que tenía para flauta, cuál podría ser el grado de dificultad y nivel para el alumnado que yo pedía y también me mostró a través de su web las distintas versiones y grabaciones que existían de su repertorio. También me dio todas las facilidades para adquirirlo a través de PayPal.
Durante el pasado curso fuimos estudiando varias obras para flauta y piano. Además, durante la última audición, aprovechando el calentamiento previo que solemos hacer, planteé una pequeña encerrona a @javier_rm03, @elena2rt, @maartinezz04, @juanlu12ms y probamos este quinteto que disfrutamos tocando en el concierto. Falta trabajo, pero no queríamos que se quedara en el tintero sin degustarla. ☺️